***A partir
de hoy este espacio vuelve a la temática por la que fue creado. Bienvenidos
otra vez (A los que siguen aquí, a los nuevos seguidores, y a los que se fueron
y regresaron!)
“Póngale
cola al burro” había dado un vuelco "radical" con poemas y relatos
que ahora invito a leer en el blog La Madragorina
http://lamandragorina.blogspot.com/ de su servidora también.
Si para
un vegetariano desayunarse un huevo ya le parece un crimen. Ahora lea lo
siguiente:
"Yo me levanto y lo que desayuno es cualquier cosa que ande por ahí,
una paloma, un pollo, un zanate (pájaro), lo que sea, los agarro, les arranco
la cabeza, me tomo la sangre y después me los mando.” (Cañas, Guanacaste, 2009)
Así de
impactante como leí esta noticia hace unos años, de un ser inhumano que se “jactaba”
en decir que comía animales vivos (entre sus preferidos perros y gatos), en las
últimas semanas igual me llegó al alma la noticia e imágenes de una pantera
descuartizada por cobardes cazadores.
Aunque el
Código
Penal condena la crueldad contra los animales o la bestialidad, y hay una
ley de bienestar animal, las acciones por parte del estado son nulas. Lo podemos
ver en la ineficiente regulación de los animales destinados a
mascotas.
Hay que verlo en las tiendas como los pobres animalitos pasan días en
espacios donde apenas pueden moverse, expuestos al ruido de la calle, de la
gente, y al estrés, escuchando a sus otros vecinos animales.
No discrimina si vamos a un Mall, o al mercado: Acuarios con peces en
diminutos frascos a punto de explotarles la cabeza. “Parecen que están
muertos”, dijo un chiquillo al ver los Betta cuando esta servidora visitaba una de
estas tiendas.
Las jaulas son espacios apretujados de metro de largo y 50 de ancho,
pollitos que apenas tienen espacio, hasta 60 en una sola jaula. Conejos y “cuilos”
(cobayas) en gran número inquietos por el ladrido de un perro salchicha que
ladraba a otro canino.
¿No es acaso todo esto violencia?
“Un niño
de 7 años ingresó furtivamente a un popular zoológico, arrojó varios animales a
un cocodrilo y mató a golpes de piedra a varios lagartos, el niño mató con una
roca a tres lagartos, incluido el favorito del lugar que tenía 20 años de vida.
En total causó la muerte de 13 animales” . (Centro de Reptiles de Alice
Springs, Australia 2008)
¡Sin
palabras¡
Los
animales son seres sintientes, y merecen el trato humanitario de sus dueños,
vecinos, la comunidad para salvarlos de esta epidemia de maltrato animal. La formación
viene desde pequeños, hay que enseñarles a los niños que una mascota no es un
peluche (Excepto “Canelo” un perrito que se vendía en la avenida, según su dueño ya venía vacunado, ¡era de
peluche!).
Todos tenemos una cuota de responsabilidad. El que hoy mata, o trata cruelmente a un animal, mañana lo hará con una persona.
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