Iba hablarles de burros, y de indisciplinados. Esa entrada vendrá para después. Ahora que estamos en el siglo de rescatemos hasta el último bosque, aunque sea el parquecito de nuestro barrio, nos lleva a sentirnos protectores del ambiente, y menos culpables al ver como la ostentación de adueñarnos de todo ha llevado a la crisis ecológica, que bien merecida nos tenemos.
Como seres creativos hemos sabido ‘reutilizar’ bien los acontecimientos de cada época, y en esta en que el reciclaje repunta como alternativa para los bolsillos de los consumidores, aparece la ‘Moda ecológica’... en este caso el ahorro se queda escondido.
Primero, reciclar es una acción voluntaria, y por ende poco practicada, aún hay toneladas de basura recibiendo zopilotes; sin embargo hoy hay más conciencia de hacerlo, ¡y se hace! Aunque con desgano, o empacho diría yo,después de un buen almuerzo los domingos.
Segundo, la afanada moda en pro del ambiente, o moda ética de los grandes diseñadores, me parece absurda, simplista en su mensaje. Es un pequeño y muy ostentoso esfuerzo. La piel de muchas focas se los agradecen.
Tercero, los cachivaches como tales, esos que nuestros amigos gringos no terminaron de utilizar, no debemos llamarles moda reciclada...menos pulcra.
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¿Pero que tan ponible es esta ropa? A eso vinimos. Esa que se saca de los basureros. Juzgue usted mismo.
Ah! olvidaba el cuarto punto, usar el brasier como cartera, no tiene nada que ver con moda reciclada…